Ante el evidente cansancio de la exigente cita de Champions en Alemania, Unai apostó por un once con novedades en todas sus líneas, con Jonas y Soldado como inédita pareja ofensiva, Tino como conductor del juego en la medular y Mathieu como interior por delante de Jordi Alba. El Zaragoza, con urgencias para evitar la zona baja de la tabla, también se había tomado el partido como una final y su intensidad tuvo premio a los cuatro minutos, a balón parado, en un cabezazo que superó a la indecisa defensa.
El tempranero gol se atragantó a un VCF que, aunque no sufría atrás, no lograba superar la avanzada presión aragonesa para conectar con sus armas arriba. De hecho, a los 25 minutos, a punto estuvo Bertolo de lograr el 2-0. Los de Unai, para colmo, se encontraron con la salida obligada de Ricardo Costa, a diez para el descanso. Tino pasó a compartir tareas de organización con Ever y Topal retrasó su posición junto a Stankevicius. Como colofón de una primera parte absolutamente desgraciada, una descoordinación en el fuera de juego propició que, a seis para el final, Ander Herrera se plantara solo ante Guaita para batirle por bajo. 2-0 y un mundo para intentar sumar en La Romareda.
En la reanudación, el VCF estiró líneas en busca de recortar distancias pero, al igual que en la primera parte, sin precisión ni profundidad. Mata suplió en el carril zurdo a un improductivo Mathieu. El Valencia tenía la posesión pero no lograba la circulación que le permitiera llegar con peligro a la portería de Doblas. Por el contrario, en un contragolpe, Bertolo sufrió un dudoso penalti de Stankevicius, que le suponía la segunda amarilla, para que Gabi convirtiera el 3-0. De ahí al final, un penalti de Albelda en una nueva contra sirvió para hacer subir un demasiado abultado 4-0, pese al mal partido de los valencianistas.
Sempre Amunt!!!!
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